Como líderes de la industria de procesamiento de la patata, y con 51 plantas en todo el mundo, tenemos la responsabilidad de mostrar el camino hacia una economía baja en emisiones de carbono. Descubra nuestras operaciones para ser cada vez más eficientes en relación con los recursos.
Inspirados por nuestra raíces
Operaciones eficientes en relación con los recursos
Entre 2016 y 2019, redujimos en un 4% las emisiones de CO2 por tonelada de producto acabado en todo el mundo. Y hasta 2030, nos comprometemos a hacerlo aún mejor:
- Reducción absoluta del 50% de las emisiones de CO2.
- Reducción del 30% de las emisiones de CO2 de nuestras actividades logísticas.
El 80% de nuestras fábricas de patatas fritas en todo el mundo ya disponen de tecnología para reutilizar la energía del proceso de producción. Para 2030, el 100% de las fábricas funcionarán con energía totalmente renovable.
Nuestra fábrica en Strzelin (Polonia) será la primera fábrica de Europa en operar utilizando 100% energía verde, principalmente gracias a un ambicioso parque solar de 11.500 paneles solares que proporcionarán el 24% de la energía de la fábrica.
Apoyamos la economía circular y nos hemos unido al Compromiso Global por una Nueva Economía del Plástico, que ha lanzado la Fundación Ellen MacArthur.
- Hoy en día, el 95% de nuestros materiales de envasado son reciclables (el funcionamiento del reciclaje puede variar en los diferentes países)
- En 2025, el 100% de los envases de McCain serán reciclables, reutilizables o compostables.
En el canal minorista, hemos reducido la cantidad ponderada de nuestros envases de plástico en un -20 % (total anual de junio de 2021 comparado con 2019).
En el canal HORECA: pasamos de cajas exteriores blancas a marrones (100 % reciclables, hechas con papel reciclado)
Nuestra aspiración de hacer comida respetuosa con el medio ambiente incluye un programa de residuos cero. Queremos aprovechar al máximo cada patata. ¿Cómo? Convirtiendo las patatas más pequeñas, que no sirvan para patatas fritas, en especialidades como Rosties o puré de patata. También hacemos almidón para usos industriales (por ejemplo, revestimiento de papel), alimentos para animales y transformamos las partes no comestibles de la patata y la piel en biogas para abastecer a nuestras plantas.
Ahora solo queda menos del 2% de nuestros residuos orgánicos y no orgánicos combinados (metal, cartón, plástico). Antes de 2025, eliminaremos el resto.
Las energías verdes
que ya están funcionando
Descubra lo que hacemos en Whittlesey (Reino Unido) para producir energías reutilizables